A pesar de que parezca que la reparación de un auto chocado sea un trabajo muy complejo y costoso, según las partes de colisión afectadas, en realidad puede no serlo. Solo es necesario tomar decisiones acertadas que puedan ayudar considerablemente a que se minimice este impacto lo más posible.
Cabe destacar que no importa la magnitud de las averías o daños que pueda tener el vehículo, estos deben ser reparados lo más rápido posible para impedir que se amplifiquen y puedan provocar desperfectos a otras piezas o sistemas del vehículo.
¿Qué tipo de reparaciones se pueden hacer en los autos chocados?
Si es verdad que cada una de las reparaciones del auto chocado no son económicas, también es una realidad que se pueden encontrar unas más costosas que otras. Todo esto dependerá del área que haya sido afectada y de la magnitud del impacto ocasionado. En caso de que el vehículo haya recibido un golpe muy fuerte que afecte varias partes, lo más seguro es que se deba considerar una inversión importante para repararlo.
Golpes al motor
El motor del vehículo es una de las partes clave para el funcionamiento del mismo. Por tanto, el costo de la reparación de esta pieza tiende a ser mayor. Ahora bien, si durante un accidente de tránsito el carro sufre un impacto frontal o en la zona delantera, existe la posibilidad de que el motor reciba parte de la fuerza del golpe y termine por sufrir daños a nivel estructural.
Desafortunadamente, este tipo de daños son complicados de reparar y pueden implicar el desembolso de una importante cantidad de dinero. En varias ocasiones, la mejor opción será optar por el reemplazo del motor por uno nuevo.
Ahora bien, si el impacto llega a ser parcial, es posible que los daños sean menores y el costo de reparación sea más accesible. Todo depende del análisis que realice el técnico automotriz, quien se encargará de definir un presupuesto justo, con el fin de evitar sorpresas durante el proceso de reparación.
Golpes en carrocería
Este tipo de daños, son los más comunes al presentarse un accidente de tránsito y para la reparación, lo ideal es llevar el auto a un taller certificado, donde se disponga de herramientas adecuadas y personal altamente calificado. Entre los escenarios más frecuentes están:
Daños a puertas
Los golpes y las abolladuras, en el caso de las puertas, son comunes en la carrocería del auto. A simple vista, es posible que pueda parecer aparatoso, sin embargo, son relativamente sencillos de reparar, sobre todo, si la magnitud del impacto es baja.
Pero, si el golpe fuera de lleno y con una gran fuerza, aparte de dañar la lámina de la puerta, también se pueden ver afectados los cristales del auto, el sistema eléctrico de elevación de ventanas y seguros, etc. Lo que puede representar un aumento del costo de la reparación.
Daños a la parte frontal
Al propiciar un accidente frontal, el costo de la reparación de los daños suele ser elevado; dado que en este tipo de accidentes, cada uno de los elementos ubicados en la zona frontal del auto y debajo del cofre reciban de forma directa el impacto y muy probablemente queden inservibles.
Asimismo, se pueden presentar daños en las parrillas, molduras, faros, amortiguadores, entre otros. Igualmente, existe la posibilidad de que el parabrisas y el tablero del vehículo, presenten problemas o se tengan que reparar o reemplazar.
Daños al marco del auto
Con respecto a los accidentes laterales, una de las partes que se encuentran más expuestas, es el marco del carro. Cuando el impacto es de una magnitud considerable, es posible que el marco pueda absorber toda esta fuerza para proteger debidamente a los ocupantes del auto. Pero, termina por perder su integridad a nivel estructural.
En este sentido, reparar este tipo de daños es más complejo y, generalmente, el auto puede quedar “descuadrado”.
Cristales
En varias ocasiones, al ir en carretera, se puede estar expuesto a golpes inesperados de objetos que están sobre el pavimento. Sea que se trate de piezas o cualquier otro objeto que esté en el camino, las altas velocidades pueden llegar a proyectarlos en dirección al parabrisas, con gran fuerza y llegando a dañar los cristales del auto.
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